Entrevista 24 de marzo- a mi abuelo
Entrevista 24 de Marzo
Adolfo Guillermo Manson- (mi abuelo)
¿Cual es tu nombre?
Mi nombre es Adolfo Guillermo Manson
¿Cuántos años tienes?
Tengo 79 años
¿Cuántos años tenías en 1976, en el comienzo de la dictadura?
En 1976 tenía 31 años
¿Cómo estaba compuesta tu familia?
Mi familia nuclear estaba compuesta por Silvina, mi mujer y en ese momento mis tres primeros hijos, Adolfo, José y Diego.
¿A qué te dedicabas en ese momento?
Yo trabajaba. Me había recibido de abogado en el 73. Fui a trabajar primero a Cipolletti y después a Neuquén. Era abogado de DGI, actualmente AFIP, tenía una cartera judicial y tenía el poder de ATANOR una empresa muy importante en agroquímicos
¿Estabas involucrado en la política? ¿Militabas algo?
Si. Milité desde los 15 años en el peronismo junto a mi hermano mayor, Enrique. Posiblemente gracias a la influencia de mi padre, que venía de una familia totalmente conservadora, y que en el 45 empezó a simpatizar con Perón.
¿Cuál fue el cambio más grande que sufrió tu cotidianidad?
El cambio más grande fue el no poder opinar en publico, corrías riesgo si expresabas tus ideas. Por ejemplo, 5 días antes del golpe de estado, me enteré que mi socio, el Chango Arias, estaba en las listas para ser detenido y secuestrado. Él se había ido a Buenos Aires y yo lo llame desde Neuquén para avisarle, con total ingenuidad, porque estaban todos los teléfonos intervenidos y escuchaban todo lo que decías.
¿Qué música escuchabas?
Me gustaba mucho el folklore. Escuchaba los Chalchaleros, los Fronterizos. También escuchaba rock nacional, me gustaba Charly García. Y después, música de todo tipo.
¿Qué libros leías?
Sobre todo históricos. Pero yo soy lector compulsivo, y leo de tres a cuatro libros a la vez.
¿Fueron censurados?
¡Si! Obviamente que sí. Me acuerdo más de películas que fueron censuradas. Hubo una película que tuve que ver en Uruguay. Era sobre la guerra de Vietnam, estaba re contra prohibida. Había mucho cine prohibido, mucho teatro prohibido.
¿Fuiste a algún recital en esa época, que te haya significado ponerte en peligro?
No que me acuerde. Además en esa época, el teatro y los recitales estaban monopolizados por Buenos Aires y yo vivía en Neuquén, y no viajaba permanentemente a Buenos Aires.
Hay muchas situaciones que se dicen que se vivieron como un tipo de pantalla para ocultar lo que realmente pasaba. Por ejemplo el mundial del 78. ¿Cómo lo viviste?
Yo en la final iba a ir a la cancha y cuando fui a sacar la entrada, me acordé de lo que estábamos viviendo. Decidí no sacarla y no ir a ver la final. La vi en lo de mis suegros, estábamos en Buenos Aires. Yo me ponía muy nervioso y salía a la calle. Cuando escuchaba los goles los gritaba, obviamente quería que gane Argentina.
¿Crees que cumplió el objetivo de distraer a la gente de lo que pasaba?
SI, distrajo a mucha gente.
¿Se te ocurre algún otro ejemplo de algo que hayan usado como distracción?
Bueno los noticieros de televisión hablaban maravillas. Mientras en la Argentina, había secuestros y desapariciones diarios.
¿Tuviste que dejar de hacer alguna actividad que disfrutabas? ¿Influyeron las restricciones políticas en tus actividades diarias?
En política, no podías hacer oficialmente política. Aunque clandestinamente nos reunimos y tratábamos el tema.
¿Qué hacían los jóvenes para resistir o adaptarse al horror que se vivía?
Por ejemplo con la censura al teatro, había un grupo de importantes actores que crearon una agrupación y hacían obras de teatro excelentes. En una de las actuaciones, metieron una bomba que destruyó el teatro.
(...)
Si como te conté antes, los jóvenes nos reuníamos clandestinamente a hablar del tema.
¿Te rodeabas en un ámbito de apoyo y negación con respecto a la dictadura? ¿Qué clase de comentarios negacionistas escuchaste?
Mezclado. El negacionismo imperaba en mi familia política, no en la mía. Mi madre lejos de ser negacionista, era peronista y sabía lo que estaba ocurriendo. Fue ella la que me dijo en el año 76, hay centros clandestinos de detención en la Argentina. Yo se comente al grupo de amigos con los que tomaba café, que si eran negacionistas, y me dijeron de todo. Era totalmente cierto
¿Tenías esperanzas en el futuro o en algún momento pensaste que no se terminaría?
En un primer momento estábamos desconcertados y no nos lo planteamos. Pero después si empezó a haber esperanzas. Hicieron lo de Malvinas para tratar de conservar el poder, y se noto que fue lo que terminó con la dictadura.
¿Pensas que haber vivido durante la dictadura militar modificó tu manera de ver y pensar la política y la sociedad argentina? ¿De qué manera?
No específicamente por haber vivido en la dictadura. Mis principios no cambiaron en absoluto
¿Cómo describirías la dictadura con una palabra?
Asesinos.
¿Fuiste perseguido, amenazado? ¿Tuviste miedo?
No perseguido, si amenazado. Amenazado por el fiscal del juzgado federal de ese momento y nada más que por una cuestión vengativa. Como yo le gane un juicio, el tipo dijo que yo merecía ser secuestrado.
(...)
Íbamos a comer afuera con Silvina (mi mujer) y detrás nuestro en la calle venía un falcon verde, tocando la bocina. Hasta que lo deje pasar. Y cuando lo deje pasar, veo a dos tipos que salen por la ventanilla con armas, apuntándome.
¿Seguiste expresándote políticamente a pesar del miedo y las amenazas o decidiste autocensurarte por seguridad propia y de tu familia?
Con discreción si seguí. No se si llamarlo clandestinamente, pero no en la superficie.
¿Algún amigo, conocido, familiar tuyo fue secuestrado? ¿Por qué? (Si poder decir sus nombres, a que se dedicaban, tu cercanía con ellos)
A mi socio, el Chango Arias, lo secuestraron en Bahía Blanca. Lo hicieron bajar del tren y estuvo tres años detenido. Gracias a dios no lo mataron. Pero me acuerdo que era invierno, y primero estuvo en la cárcel de la Floresta, en Bahía Blanca, donde lo tenían atado de pies y manos, desnudo y le tiraban agua fría todos los días.
(...)
Previo al mundial secuestraron a varios amigos míos y les hicieron barbaridades. Todos formaban parte de la dirección nacional de educación del adulto. Mi hermano Enrique, era director de uno de los centros de DINEA. Los fueron secuestrando a todos. Mi madre llamaba por teléfono a Neuquén y su última llamada me espantó. Porque me dijo, el último que falta secuestrar, es tu hermano. Ya habían secuestrado a varios, entre otros, a dos queridísimos amigos, Carlitos y Monina. A Monina le hicieron barbaridades y el tipo que se las hizo le dijo: “nos equivocamos con vos nena, si queres sácate la venda”. A lo que ella contestó: “no me la voy a sacar porque no quiero conocer la cara del hijo de puta que me hizo esto”.
Pero por suerte a Enri no lo secuestraron.
(...)
En la agrupación peronista docente en la que participaba con mi hermano, había una muy amiga mía, Adriana Laramburu, que después nos enteramos de que participaba de las organizaciones armadas. La secuestraron y la mataron.
Mensaje que les quieras dejar a las generaciones futuras y a los jóvenes de hoy sobre tu experiencia y sobre lo que fue la dictadura para vos
Más que para los jóvenes, para quienes los educan. Yo creo que lo que tiene que cambiar, es cómo se ejerce la docencia hacia los jóvenes. Los jóvenes, tanto de primaria como de secundaria, no tienen ni idea de lo que pasó. Los tienen que informar
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