Poema sobre una noticia policial

Walter Bulacio

Como buen religioso y fiel seguidor de aquel Rey

se dirigía a su misa de abril del 91

Acompañado por todos aquellos hermanos que como el se habían criado a base de bocaditos de ricota

esperaba comulgar al sentir las melodías de los grandes himnos 

pero no pudo ni si quiera adentrarse a la iglesia.

Que contradictorio aquel momento en el que quien debe protegerte es de quien debes cuidarte

Quien tiene que equilibrar la balanza es quien mas piedras pone del lado de la crueldad.

De la maldad.

El día que tuvo que haber asistido a la gran fiesta, fue el día de su entierro

La libertad es fiebre, le había sugerido el gran Rey

y lucho cada segundo por arder 

33 años después las gargantas siguen gritando en nombre de la verdad, de la justicia y porque no, de la venganza

Siguen desgarrándose en nombre de la juventud, en nombre del rock

En nombre de Walter Bulacio

Esperar que haya encontrado lo encantador en el infierno es perverso.

Esperar que haya encontrado la paz en algún momento es ingenuo

Nos queda a los que creemos en un mundo mejor la esperanza de que donde sea que este siga cantando y bailando cada vez que escuche al Rey.

Y la esperanza de que se haya ido con la certeza de que el mundo es redondo y de ricota.

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