De cuando el asesino se aburrió de esperar- cuento policial
De cuando el asesino se aburrió de esperar No podía dejar de asombrarme mientras recorría el lugar del crimen que nos habían asignado a mi y a mi compañero. Era una casa gigante que estaba toda decorada con cuadros antiguos y que de su techo colgaban lámparas de cristal. Los pisos de madera parecían recién lustrados, daban la sensación de que la enorme mansión era nueva, que nunca había sido habitada. Pero tanto las grietas por la humedad cerca de los zócalos, como el cuerpo sin vida de quien había sido la dueña de la casa, me sacaron esa sensación rápidamente. La encontraron en el living de la casa junto a un reloj de pie con un cuchillo herrumbrado clavado en el centro de la espalda con mucha precisión. No van a poder sacar esa mancha de sangre de la alfombra con nada. Que lastima con lo hermosa que era, pensé. -Anota querido- me llamó mi compañero- Mujer de cincuenta años, canosa. ¿Qué hora es? -Las cinco de la tarde- le digo mirando el reloj del living. -Sin vida desde hace apro